Archive for agosto, 2010


Berlín se ha convertido en medio de la crisis económica mundial en la nueva sede de la industria cinematográfica. Los bajos costos de producción, los subsidios gubernamentales y la vasta tradición cultural son los componentes de la fórmula perfecta para directores estadounidenses como Tarantino y Polanski.

«Berlín cuenta con algunos factores de éxito claves; uno es la ciudad misma: la gente simplemente quiere estar en Berlín», explicó Carl Woebcken, director ejecutivo de Babelsberg, el más antiguo complejo de estudios a gran escala. Desde la reunificación de Alemania dos décadas atrás, la capital se ha convertido en un importante centro cultural. Asimismo, la historia reciente teutona ha concebido una apreciable variedad de localizaciones únicas: bases militares y edificios de distintas épocas, exponentes de las vertientes nazista y comunista que dividieron al país.

Por otro lado, los subsidios tales como préstamos flexibles o créditos impositivos resultan cruciales ante la crisis financiera internacional. La creación en 2007 del Fondo Federal Alemán para el desarrollo Cinematográfico (DFFF, por sus siglas originales) ofrece a cineastas apoyo económico de hasta el 20 por ciento del presupuesto de un filme. En consecuencia, los estudios independientes europeos, a diferencia de los californianos, no dependen de bancos y fondos de protección ante la falta de financiación. Del mismo modo, algunos de los grandes directores y actores norteamericanos aterrizan en suelo alemán en busca de capitales. Los productos están a la vista: “Operación Valkyria”, “La vida de los otros”, “El Lector” y “Bastardos sin gloria”; las tres últimas, ganadoras de premios Oscars.

Por último, el debilitamiento del euro frente al dólar es el último factor del éxito para los cineastas. Alemania se ha aislado de los profundos recortes de fondos realizados por sus socios de la Unión Europea. Gran Bretaña, por ejemplo, anunció el mes pasado sus planes de eliminar su Consejo de Cine, quien invierte 23 millones de dólares al año en producciones de bandera inglesa.

Cabe destacar que la industria cinematográfica alemana fue el centro del expresionismo casi 90 años atrás con grandes exponentes de dicha vanguardia como “El Gabinete del Doctor Caligari” de Robert Wiene y “Metrópolis” de Fritz Lang; antes de que los nazis tomaran el poder. Bajo el Tercer Reich y el Gobierno comunista de Alemania Oriental, la industria perdió gran parte de su talento y reputación frente a la censura usada para producir propaganda. En la actualidad vive un auge, con el rodaje de unas 300 películas cada año, algunas, o mejor dicho la gran mayoría, abordando su nefasto pasado.

Fuente: http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=50759&accion=ext

Diplomáticos extranjeros residentes en Reino Unido, abusando de su inmunidad a ser juzgados, obligan a trabajar a su personal doméstico hasta 20 horas al día por menos de 50 libras a la semana.

Los empleadores suelen confiscar de forma rutinaria sus pasaportes para que no puedan escapar, les obligan a dormir en el suelo y les prohíben abandonar la casa. La Policía indica que no puede investigar a los diplomáticos extranjeros, ya que tienen inmunidad y los trabajadores que traen al país no tienen protección en virtud de la ley británica.

El informe presentado por la cadena británica Channel 4 especifica que el problema de la esclavitud en el Reino Unido no se limita a la comunidad diplomática. Según esta investigación, algunas familias extranjeras de alto nivel económico y algunos ciudadanos británicos mantiene a sus trabajadores como esclavos.

El diario “The Telegraph” publicó la investigación realizada por la Policía británica, en la cual se demuestra que los niños están en el primer lugar de la franja etárea para trabajar numerosas horas por un salario escaso. Por este motivo, la Policía creó recientemente una unidad especial para luchar contra el trabajo forzoso.

El superintendente jefe, Richard Martin, que dirige la unidad, señaló que «algunas de las experiencias de las víctimas es que están literalmente encadenados en la cocina, trabajan 20 horas al día, siete días a la semana por un salario escaso o directamente sin sueldo».

«Hemos tenido a personas a quienes sólo se les permite comer los restos de la mesa una vez que los niños han terminado, así que ni siquiera se alimentan bien. Y hay que añadir los ataques y abusos que sufren por parte de las familias. Hemos tenido a mujeres que están siendo violadas», indicó.

Una porta voz de la organización Kalayaan, que se encarga de ayudar a los inmigrantes, afirmó que la institución ha tenido casos «de personas que ha sido quemada con hierros por sus empleadores, que han sido amenazadas con cuchillos y les ha arrojado agua hirviendo». «Dos tercios de los trabajadores domésticos informan de que han sufrido abusos psicológicos, que han sido amenazados, humillados, que se les ha gritado e insultado», añadió.

Una antigua trabajadora doméstica de África Occidental, identificada como Patience, indicó que fue retenida por una abogada británica que era consejero de una serie de organizaciones caritativas londinenses. Agregó que la había obligado a trabajar 120 horas a la semana durante tres años y que sufrió palizas regulares.

Patience afirmó que no se le permitía salir ni hacer amigos ni cosas por el estilo sin el permiso de la abogada. Logró escapar después de que un vecino indicara que la ayudaría. Desde entonces, ha ganado una sentencia del tribunal laboral contra su antigua empleadora, que ha sido condenada por agresión. 

Fuente: http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=50761&accion=ext